A VUELTAS CON LOS PURISTAS DE LA RADIO

A VUELTAS CON LOS PURISTAS DE LA RADIO

 

            Tengo que reconocer que me gusta ser correcto en la radio, no siempre lo he conseguido, pero me molesta la excesiva confianza por parte de alguien que no conoces de nada, recuerdo hace años a alguien que le dijo a otro corresponsal en la radio “tú coleguita” y así a la tercera el contesto el corresponsal “tengo 90 años, llevo 50 en la radio y de coleguita, amigo, etc nada, el otro desapareció de la frecuencia en que estaban, seguro que apago.

 

         No obstante, tengo la opinión de que la corrección en la conversación no quita la broma o el que no deja de ser una afición y a que viene todo esto.

 

 El otro día escuche a un corresponsal todo indignado por la utilización en los indicativos del alfabeto fonético oficial, que es más fácil reconocer las letras, etc. etc.

 

         Esta persona tenía razón siempre que el qso es con un corresponsal que no tiene el mismo idioma que tu pues el código fonético esta estudiado para que corresponsales con distinto idioma, pronunciación distinta y otros idiomas se entienda correctamente evitando errores, pero el renunciar a los indicativos graciosos entre hispano hablantes o más entre EA, es algo que no veo bien pues de la rigidez de ECO  o FOSTRO no es mejor decir ESPAÑA FLORIDA, o 4 ECO BRAVO, no es mejor decir CUATRO ESPAÑOLAS BOTINAS, o GRANDES OLIVARES, o DIAMANTE NEGRO (dep) y así un largo etc.

 

         Ahora vuelvo al punto primero, el código fonético oficial se debe de utilizar siempre que hay mucha gente, que hay alguien que o no habla español o no tiene el español como su lengua nativa, pero la verdad entre los qsos nacionales entre amigos donde no hay ningún problema de escucha o de interpretación de letras, donde hay dos, tres o los que sean que casi todos se conocen y donde se repiten los indicativos, pues que yo prefiero GRANDES OLIVARES que GOL OSCAR, la verdad y no he gastado bromas por la radio, bueno o bromas importantes, pero alguno que ha ligado por la radio el corresponsal tenia bigote y conocido desde el colegio, pero hasta que el primero se dio cuenta y la broma en la siguiente reunión en persona del colectivo sirvió para que el que gasto la broma pagara los cafés.